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Los cachorros de raza Carlino, comúnmente conocidos como Pug, son una de las razas más reconocibles y queridas en el mundo canino. Su apariencia compacta y distintiva, combinada con un carácter encantador y amable, los convierte en una opción popular para muchos hogares. En este artículo, exploraremos el origen del Carlino Pug, sus principales características, comportamiento, y ofreceremos consejos sobre sus cuidados y salud, especialmente en relación con las condiciones climáticas de Madrid.

Origen de la raza Carlino Pug

El Carlino Pug tiene un origen antiguo que se remonta a China, donde estos pequeños perros eran altamente valorados por la realeza y la nobleza durante la dinastía Han alrededor del año 200 a.C. Posteriormente, la raza llegó a Europa en el siglo XVI, llevada por comerciantes holandeses donde se ganó el favor de las familias reales. Estos perros fueron especialmente populares en la Corte Holandesa y adquirieron el nombre de “Pug” cuando llegaron a Inglaterra.

Características principales

El Pug es conocido por su cuerpo robusto, hocico achatado y distintivo rostro arrugado. Posee una cola enroscada sobre la espalda y orejas pequeñas pero prominentes. Por lo general, los Pugs tienen un pelaje corto y suave que puede encontrarse en colores como beige o negro, aunque las tonalidades variantes pueden aparecer. A pesar de su tamaño pequeño y compacto, suelen ser perros fuertes y resistentes. No superan los 8-10 kilogramos de peso, y miden entre 25 y 30 centímetros de alto.

Comportamiento

En términos de comportamiento, los Pugs son conocidos por ser perros extremadamente sociables y cariñosos. Son ideales para familias, ya que suelen ser buenos con los niños y disfrutan de la compañía. Generalmente, no son agresivos y se llevan bien con otros animales. Los Pugs son perros inteligentes y, aunque pueden ser tercos a veces, responden bien al entrenamiento si se utiliza un enfoque positivo y basado en recompensas.

Cuidados y salud

Cuidar de un Pug requiere atención a varios aspectos. Debido a su hocico achatado, tienen tendencia a sufrir problemas respiratorios y no toleran bien el calor extremo. Es crucial mantenerlos en un entorno con temperatura moderada; en Madrid, durante los meses de verano, es fundamental proporcionarles sombra y agua fresca, y evitar el ejercicio en las horas más calurosas del día. En cuanto a su dieta, necesita ser equilibrada para prevenir problemas de sobrepeso a los que esta raza es propensa.

La higiene dental es otro aspecto importante para prevenir enfermedades periodontales. El cepillado regular del pelaje ayuda a controlar la muda y mantener la piel saludable. Las arrugas faciales, características de la raza, deben limpiarse regularmente para evitar infecciones. Asimismo, es aconsejable realizar chequeos veterinarios periódicos para mantener su salud en óptimas condiciones.

Los Pugs son compañeros leales y afectuosos que ofrecen a sus dueños momentos de diversión y cariño inigualable. Aunque requieren cuidados específicos debido a sus características físicas, su naturaleza sociable y su capacidad de adaptación los hace ideales para la vida urbana, como la de Madrid. Siguiendo las pautas adecuadas de cuidado y atención, los Pugs pueden disfrutar de una vida saludable y feliz.